Compartimos unos consejos útiles a tener en cuenta antes de salir de vacaciones.
Recordemos que la Iglesia como Madre, nos dice " quienes ponen en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las carreteras, en el mar o en el aire, se hacen gravemente culpables"(1)
O para decirlo en positivo, cuidar la seguridad en los caminos es construir una cultura de la vida y del respeto.
CONSEJOS ÚTILES
Vacaciones: Todo lo que hay que saber para viajar seguros
Todo lo que hay que saber para disfrutar del verano con el vehículo propio. Papeles y equipo obligatorios, rutas peligrosas, consejos útiles y precios de
Se acercan las vacaciones y es el momento indicado –para los que planifican un viaje en auto– para tomar las precauciones necesarias antes de abordar la ruta. Con el fin de evitar contratiempos y demoras, conviene verificar que todos los papeles estén en regla, asegurarse el estado óptimo del vehículo y controlar que no falte ninguno de los elementos de seguridad obligatorios.
Para circular por el país es necesario que el que maneja y sus acompañantes lleven cualquier documento nacional vigente. La documentación a llevar por el conductor, además, incluye la cédula verde, registro, tres últimos recibos de patente pagos, póliza y comprobante del último pago de seguro (como mínimo, tiene que ser “contra terceros”), certificación de la Verificación Técnica Vehicular (excepto para autos registrados en la ciudad de Buenos Aires, Río Negro y Chubut) y, si el vehículo carga GNC, oblea y tarjeta amarilla.
Está prohibido conducir con la licencia vencida. En cambio, si caducó la cédula verde, no pierde vigencia para el titular del vehículo. Pero si conduce otra persona debe llevar ese documento vigente o la cédula azul, gestionada por el dueño del auto para un tercero en el Registro de la Propiedad Automotor. Para conducir en otros países de América del Sur, los argentinos pueden moverse con cualquier documento vigente. En cuanto a los automovilistas, lo más atinado es que antes de iniciar el viaje tramiten el registro internacional, imprescindible –en caso de accidente– para habilitar el seguro del auto. Tampoco deben olvidarse de pedir en la compañía de seguro ya contratada un certificado para presentar ante las autoridades aduaneras de otros países.
En cuanto a la aptitud técnica del auto, varios aspectos deberían considerarse, además de procedimientos básicos: verificar el estado de todos los cinturones de seguridad, que los limpiaparabrisas no estén gastados, que funcionen las luces –de emergencia, de freno, marcha atrás, faros cortos y largos– y que las cubiertas tengan al menos 1 cm de dibujo y estén infladas con la presión que indica el manual del auto.
Del motor, conviene controlar su sistema de alimentación, cables, bujías, distribuidor y mangueras (puede ser hora de cambiar el aceite y su filtro). Además, todas las correas deben tener la tensión correcta y no estar gastadas. También hay que revisar si los circuitos de refrigeración y dirección hidráulica (para los autos que la tengan) tienen pérdidas.
Otro detalle a agendar es el nivel del líquido de la batería y si es necesario engrasar los bornes. En caso de ser necesario, un mecánico debería alinear la dirección del tren delantero y balancear las ruedas. Además de comprobar el nivel del líquido de frenos, pastillas, discos y campanas, revisar los amortiguadores: en una emergencia, un defecto de este tipo podría condicionar el frenado.
Aunque la Ley Nacional de Tránsito 24.449 menciona la obligatoriedad de llevar un matafuegos triclase de 1 kg de polvo y un juego de dos balizas retroreflectoras (triángulos rojos), es conveniente ignorar la condición de “optativos” de los restantes accesorios. Mejor equiparse y evitar las multas, ya que uno puede ser víctima de la maraña de legislaciones vigentes según la jurisdicción que transita. El listado se extiende a un chaleco reflectivo, cuarta y eslinga (soga) de remolque y botiquín.
Las instituciones especializadas en la materia –como el Automóvil Club, el Instituto de Seguridad y Educación Vial y la Asociación Luchemos por la Vida–, recomiendan la conducción “a la defensiva”: estar atentos a cómo manejan los demás, prever posibles incorrectas maniobras ajenas y tomar distancia de problemas que podrían generar accidentes.
Para circular por el país es necesario que el que maneja y sus acompañantes lleven cualquier documento nacional vigente. La documentación a llevar por el conductor, además, incluye la cédula verde, registro, tres últimos recibos de patente pagos, póliza y comprobante del último pago de seguro (como mínimo, tiene que ser “contra terceros”), certificación de la Verificación Técnica Vehicular (excepto para autos registrados en la ciudad de Buenos Aires, Río Negro y Chubut) y, si el vehículo carga GNC, oblea y tarjeta amarilla.
Está prohibido conducir con la licencia vencida. En cambio, si caducó la cédula verde, no pierde vigencia para el titular del vehículo. Pero si conduce otra persona debe llevar ese documento vigente o la cédula azul, gestionada por el dueño del auto para un tercero en el Registro de la Propiedad Automotor. Para conducir en otros países de América del Sur, los argentinos pueden moverse con cualquier documento vigente. En cuanto a los automovilistas, lo más atinado es que antes de iniciar el viaje tramiten el registro internacional, imprescindible –en caso de accidente– para habilitar el seguro del auto. Tampoco deben olvidarse de pedir en la compañía de seguro ya contratada un certificado para presentar ante las autoridades aduaneras de otros países.
En cuanto a la aptitud técnica del auto, varios aspectos deberían considerarse, además de procedimientos básicos: verificar el estado de todos los cinturones de seguridad, que los limpiaparabrisas no estén gastados, que funcionen las luces –de emergencia, de freno, marcha atrás, faros cortos y largos– y que las cubiertas tengan al menos 1 cm de dibujo y estén infladas con la presión que indica el manual del auto.
Del motor, conviene controlar su sistema de alimentación, cables, bujías, distribuidor y mangueras (puede ser hora de cambiar el aceite y su filtro). Además, todas las correas deben tener la tensión correcta y no estar gastadas. También hay que revisar si los circuitos de refrigeración y dirección hidráulica (para los autos que la tengan) tienen pérdidas.
Otro detalle a agendar es el nivel del líquido de la batería y si es necesario engrasar los bornes. En caso de ser necesario, un mecánico debería alinear la dirección del tren delantero y balancear las ruedas. Además de comprobar el nivel del líquido de frenos, pastillas, discos y campanas, revisar los amortiguadores: en una emergencia, un defecto de este tipo podría condicionar el frenado.
Aunque la Ley Nacional de Tránsito 24.449 menciona la obligatoriedad de llevar un matafuegos triclase de 1 kg de polvo y un juego de dos balizas retroreflectoras (triángulos rojos), es conveniente ignorar la condición de “optativos” de los restantes accesorios. Mejor equiparse y evitar las multas, ya que uno puede ser víctima de la maraña de legislaciones vigentes según la jurisdicción que transita. El listado se extiende a un chaleco reflectivo, cuarta y eslinga (soga) de remolque y botiquín.
Las instituciones especializadas en la materia –como el Automóvil Club, el Instituto de Seguridad y Educación Vial y la Asociación Luchemos por la Vida–, recomiendan la conducción “a la defensiva”: estar atentos a cómo manejan los demás, prever posibles incorrectas maniobras ajenas y tomar distancia de problemas que podrían generar accidentes.
(1) Catecismo de la Iglesia Católica, Ciudad del Vaticano, Capítulo II, número 2290, pág. 411
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