Mons. Marino invitó a los turistas a prestar atención a lo que pasa en el corazón
Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA):
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, dio la bienvenida a
los turistas y les compartió una reflexión sobre el sentido de las
vacaciones. El prelado los invitó a descubrir una ¨dimensión
fundamental¨ de este tiempo de esparcimiento, que consiste en ¨prestar
más atención a lo que pasa en nuestro corazón¨, y los invitó a
encontrarse los lunes de enero y febrero en la catedral, al término de
la misa vespertina.
El
obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, dio la bienvenida a
los turistas que llegan en estos días a la ciudad balnearia y a las
localidades de la costa atlántica y les compartió una reflexión sobre el
sentido de las vacaciones. El prelado los invitó a descubrir una
"dimensión fundamental" de este tiempo de esparcimiento, que consiste en
"prestar más atención a lo que pasa en nuestro corazón".
El obispo animó a agradecer a Dios la posibilidad de poder descansar de las actividades cotidianas, privilegio que no todos los argentinos tienen, y recordó que en vacaciones también hay que dedicar tiempo a la espiritualidad.
"Es fácil entender la necesidad de descansar físicamente para rendir mejor -expresó-. Tampoco nos cuesta entender la oportunidad de sanas distensiones y recreos para mejorar nuestro humor. Pero además de una dimensión física y una dimensión anímica, el hombre se caracteriza por su vida espiritual. Si cuidamos nuestra fisiología y nuestra psicología, no podemos descuidar nuestra espiritualidad".
El obispo marplatense advirtió que la dimensión espiritual "es la que mejor nos define", y observó que, a pesar de ser frecuentemente "silenciado", el anhelo de plenitud "permanece vivo y tenaz bajo las apariencias triviales de lo cotidiano".
Monseñor Marino enseñó que el cristiano, por la revelación divina, sabe que Jesucristo es el origen y la meta, que en este mundo se anticipa gracias a la fe, que mueve a la esperanza y lleva a practicar el amor a Dios y al prójimo. Asimismo, invitó a los turistas a decir como el salmista: "Sólo en Dios descansa mi alma, de Él me viene la salvación".
El obispo animó a agradecer a Dios la posibilidad de poder descansar de las actividades cotidianas, privilegio que no todos los argentinos tienen, y recordó que en vacaciones también hay que dedicar tiempo a la espiritualidad.
"Es fácil entender la necesidad de descansar físicamente para rendir mejor -expresó-. Tampoco nos cuesta entender la oportunidad de sanas distensiones y recreos para mejorar nuestro humor. Pero además de una dimensión física y una dimensión anímica, el hombre se caracteriza por su vida espiritual. Si cuidamos nuestra fisiología y nuestra psicología, no podemos descuidar nuestra espiritualidad".
El obispo marplatense advirtió que la dimensión espiritual "es la que mejor nos define", y observó que, a pesar de ser frecuentemente "silenciado", el anhelo de plenitud "permanece vivo y tenaz bajo las apariencias triviales de lo cotidiano".
Monseñor Marino enseñó que el cristiano, por la revelación divina, sabe que Jesucristo es el origen y la meta, que en este mundo se anticipa gracias a la fe, que mueve a la esperanza y lleva a practicar el amor a Dios y al prójimo. Asimismo, invitó a los turistas a decir como el salmista: "Sólo en Dios descansa mi alma, de Él me viene la salvación".
Finalmente, el prelado les recordó que durante el verano abundarán
oportunidades de encuentro con sacerdotes, y por su parte, invitó a los
tradicionales encuentros del obispo con los turistas, que comenzarán el
13 de enero y se desarrollarán durante los lunes de enero y febrero, a
partir d elas 20.30, en la catedral de los Santos Pedro y Cecilia, al
término de la misa vespertina.+
Fuente: AICA
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